Hace un par de semanas, la empresa con más de 1,200 librerías en EU, Barnes & Noble, anunció las cuantiosas pérdidas que tuvo con Nook. Este dispositivo, que se supone competiría contra el Kindle de Amazon y el iPad de Apple, provocó que la firma perdiera más de 500 mdd en 2012. A raíz de ello, el CEO de Barnes & Noble dejó el puesto y no se sabe cuándo será reemplazado.
No obstante, sorprendentemente sus ventas en las tiendas físicas van al alza. Si bien se han vendido menos libros, el manejo más eficiente de sus inventarios ha permitido elevar las utilidades de sus operaciones. El buen manejo de sus contratos con las inmobiliarias les permite cerrar una tienda con bajas ventas sin agotar sus recursos.
De acuerdo a un reporte de Codex Group, la forma de encontrar nuevos títulos sigue siendo en las librerías, antes que en las tiendas online o en las redes sociales. De ahí que la editoriales sigan interesadas en los establecimientos físicos. Esto aunado a la quiebra de Boarders en 2011, deja a Barnes & Noble en una interesante posición.
El reto al que se enfrenta esta enorme cadena es poder personalizar su atención a clientes. Gracias a este tipo de atención, las librerías independientes han logrado alcanzar un crecimiento importante. El beneficio extra estriba en una librería capaz de ofrecer recomendaciones personalizadas además de contar con los títulos más buscados.
No obstante, para algunos esto representa un esfuerzo sin sentido. Con el crecimiento y la expansión de los libros electrónicos, parece que el libro tradicional se encuentra a la deriva y está a punto de convertirse en un objeto obsoleto. Claro que esta opinión no es definitiva, pues aparentemente la experiencia de leer un libro en papel sigue siendo muy gratificante para muchos lectores.
Actualmente el e-book acapara el 20% del mercado total de libros. Entre 2009 y 2011 su crecimiento se medía en tres dígitos, pero para 2012 este crecimiento se desaceleró hasta alcanzar un 44%. De manera que el mercado que todavía maneja el libro tradicional no se corresponde necesariamente con la idea de que está en crisis.
En realidad, a diferencia de lo que ocurrió con la música, parece que el e-book y el libro tradicional coexistirán. El libro aporta algo más que pura satisfacción sensorial a los nostálgicos. La tecnología del libro sigue siendo óptima, pues lo hace durable, portable y económico. No hay ningún elemento para creer que el libro tradicional está agonizando, entender esto es la tarea primordial de librerías como las de Barnes & Noble.