Lo que necesitas saber:
Se trata de una práctica que tiene más de cien años en Estados Unidos y que ha sido polémica por su condición de explotación o esclavitud laboral.
En medio de los incendios forestales en Los Ángeles y otras zonas de California han surgido historias o casos a los que el mundo ha volteado a ver, pese a que llevan un bien tiempo sucediendo, como el crecimiento urbano sin control en los bosques, el impacto del cambio climático o el uso de reos para controlar los incendios u otras situaciones de riesgo.
Acá en Sopitas.com les vamos a contar de esto último: el uso de reos como mano de obra no remunerada o que recibe un salario muy bajo para ayudar a sofocar los incendios forestales en Estados Unidos.
Una práctica que tiene más de cien años, se rige bajo una enmienda que hace una excepción a la esclavitud en Estados Unidos y que ha causado polémica. ¿Ustedes qué opinan?
Reos combaten los incendios en Los Angeles
De acuerdo con el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California, hasta el viernes 10 de enero, 939 bomberos del Fire Camp —es decir, reos que entraron al programa de trabajo de emergencias— se han sumado a los más de 7 mil bomberos profesionales para sofocar los incendios forestales en este estado.
Sabemos que se trata de 5 incendios forestales activos que se han extendido en Los Ángeles y sus alrededores.
Y que si bien aún no se conoce la causa que detonó a estos incendios, lo cierto es que sí hay un buen de elementos que giran a su alrededor, haciéndolos aún más peligrosos o que han servido como pura gasolina —aquí en esta nota pueden leer más al respecto.
Los incendios en Los Ángeles y sus alrededores han quemado cerca de 145 kilómetros cuadrados. Según El País, esto equivale a dos veces la isla de Manhattan. Una locura.
Es en este contexto que tanto bomberos profesionales como los bomberos reos del Fire Camp han trabajado para contener las llamas.
Sin embargo, algo que destaca y se lleva a la mesa de los cuestionamientos es que si bien en California —y en otros estados— el programa del Fire Camp es voluntario, no deja de llamar la atención las condiciones en que los reos llevan a cabo sus labores.
Con turnos de 24 horas consecutivas, más otras 24 horas de descanso o salarios poco remunerados —el mínimo es de 5.80 dólares al día, alrededor de 120 pesos mexas. De hecho, los salarios se tabulan conforme a las habilidades de los reos.
Los campamentos de conservación: los reos combaten incendios forestales
Se trata de campamentos donde los reos hacen una especie de servicio comunitario.
La idea es que entren de manera voluntaria y se unan a tareas de emergencia o protección civil y de servicio social, con un salario que ya vimos que es raquítico.
Los campamentos de conservación forman parte de una centenaria práctica que se inauguró en Estados Unidos en 1915 y que se siguió de corrido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los bomberos profesionales se enlistaron al Ejército y entonces los reos tenían que hacer sus tareas.
Lo que sabemos es que los reos forman parte de los equipos de extinción soló si son considerados aptos física y mentalmente para hacer este trabajo.
Que tengan un buen historial en su comportamiento y hayan seguido las reglas en prisión, además de que hayan cumplido con 8 años de condena o que estén a poco de cumplirla.
Sin embargo, la bronca de este programa es que se rige bajo la 13 enmienda que si bien abolió la esclavitud en el gabacho, hace una excepción para las personas que reciben un castigo por un delito. O sea, los reos.
La cuestión polémica
Y esto ha sido polémica para defensores de derechos humanos que han señalado que este método aplicado no sólo en California, sino en otros estados de nuestro país vecino, permite la esclavitud, cuando debería ser ilegal.
O al menos explota el trabajo de los reos, que perciben un salario muy bajo arriesgando su vida y que, al momento de salir en libertad, se encuentran con obstáculos que no les permiten seguir como bomberos o continúan bajo el estigma de haber estado en prisión.
Un caso particular
En 2019, John Raphling, un investigador sobre justicia penal en Estados Unidos, publicó en HRW una reflexión sobre el caso de un reo que se unió a este programa de bomberos para combatir precisamente los incendios forestales en California.
John Raphling explicó que el reo era un joven que había entrado a prisión en dos ocasiones —la segunda por haber asaltado un restaurante.
La primera vez que el joven reo estuvo en prisión se unió al campamento de bomberos, combatiendo incendios. Su trabajo fue bien evaluado, aunque el salario no remuneraba todos sus esfuerzos.
Al final, el joven salió de la cárcel y buscó la manera de continuar con la profesión de bombero. Sin embargo, se aventó una bronca porque nadie quería contratarlo porque la ley estatal descalifica a casi todas las personas con condenas penales, pese a que hayan recibido capacitación y demuestren sus aptitudes.
Luego, el joven reincidió y volvió a prisión. Con este caso, Raphling puso en la mesa la necesidad de repensar este programa, uniéndose a las críticas de otros defensores de derechos humanos que han explicado que los reos que combaten los incendios en California deben contar con un sistema penal que les dé una segunda oportunidad para rehacer su vida. Aquí el texto en cuestión.
¿Ustedes qué opinan de esta práctica que ya lleva más de cien años en Estados Unidos?