Perdón, estabamos equivocados.
Nuestros sentidos nos confundieron. Es cierto que a veces juegan con la mente, la versión que contamos el viernes de la visita de Enrique Peña Nieto a la Ibero, y que calificamos -tristemente- de fracaso, no es la verdadera.
En realidad, EPN estuvo en la Ibero y todo fue miel sobre hojuelas. El candidato habló de sus propuestas y la gente lo ovacionó de pie (¿qué otra cosa si no?), habló también de Atenco y todos estamos satisfechos con su respuesta. Los estudiantes lo aman y las mujeres también. Los niños lo quieren y las niñas sueñan con casarse con él cuando sean grandes, es bueno con los viejos y con los árboles, con los pájaros y las ardillas, nunca se despeina y el tiempo siempre le alcanza. Es rápido de mente y veloz en la respuesta, valiente, incluyente, plural y amigo de los cojos y los tartamudos.
Perdón, estuvimos equivocados:
Enrique, la Ibero si te quiere
Podrán algunos estar de acuerdo o no, pero quienes no lo esten esperamos haberlos logrado convencer aunque sea un poco.
Está claro, que a los ojos del PRI y del propio Enrique Peña Nieto, esto nunca ocurrió