No entienden que no entienden: El partido entre Athletico Paranaense y Coritiba del futbol brasileño terminó nuevamente con violencia. Los ánimos se calentaron entre futbolistas y cuerpos técnicos, aunque la campal terminó con invasión de cancha en la Arena da Baixada.
Esto sucedió en el tiempo de compensación, cuando el marcador ya estaba empatado a un gol. Todo comenzó con dos jugadores enfrascándose entre ellos y en lugar de ayudar a separarlos, otros llegaron a la misma zona de la cancha para soltar golpes.
Márcio Silva de Coritiba y David Terans de Paranaense se dieron unos buenos zapes; sin embargo, Alef Manga del equipo verdiblanco corrió a agredir a su rival y ahí se desató toda una campal. Los árbitros ya ni siquiera se metieron, pero sí los entrenadores y auxiliares de ambos equipos.
La violencia que se desató entre futbolistas también le dio cuerda a otros, pues hubo al menos un aficionado que invadió la cancha del Athletico Paranaense para patear a Marcão, uno de los porteros de Coritiba. Ahí sí, la seguridad del estadio lo detuvo de inmediato.
Ahora solo queda esperar las sanciones de la Federación Brasileña de Futbol, aunque antes ya se habían impuesto algunas a Coritiba y Paranaense, que aparentemente no sirvieron para concientizar sobre el tema.
Paranaense y Coritiba acababan de pagar sanciones por violencia
Sin importar el país, el futbol siempre ha tenido una dosis de violencia que no se ha logrado erradicar. Esta ya había estado presente en ediciones anteriores del duelo entre Athletico Paranaense y Coritiba, por lo que se impusieron vetos a los estadios de ambos clubes.
No obstante, hubo excepciones para que los equipos pudieran recibir a un grupo muy selecto de aficionados. Las autoridades correspondientes decidieron que las puertas se abrieran para mujeres y niñas, así como niños menores de 12 años; por supuesto, esto nos dejo imágenes insólitas pero muy emocionantes.
Primero sucedió en el Estadio Couto Pereira, casa de Coritiba y posteriormente en la Arena da Baixada de Paranaense. Este último inmueble lució lleno en más de una ocasión y la parte más interesante fue que el club canjeó los boletos por víveres para donar… La mala noticia es que ni sus jugadores aprendieron la lección.
