Y en uno más de sus ineficaces intentos de dar un poco de bienestar a la gente, el gobierno de Venezuela dio a conocer un alza al salario mínimo que, de no existir la situación que se cargan en tierras de Maduro, sería un trancazo… pero como las condiciones son otras, pues no.
Es más, según indican medios internacionales, la administración de Nicolás Maduro trató por todos los medios de dejar pa’l rato el incremento al salario… pero terminó cediendo ante la tremenda hiperinflación. Así, el gobierno de la república bolivariana dio a conocer que el salario mínimo pasará del 40 mil a 150 mil bolívares…
Aunque apantalla ese incremento y el porcentaje que representa (375%)… la realidad es dura: el salario apenas quedó en 7.6 dólares, dinero que sólo alcanza para comprar dos kilos de carne. De acuerdo con los números que da a conocer El País, para que los venezolanos pudieran adquirir la canasta básica, tendría que haber un super incremento, ya que ésta se cotiza en los 175 dólares.
Ya que evidentemente no hay nada que presumir, el anuncio del incremento salarial fue hecho no por Nicolás Maduro, como ocurrió en otras ocasiones… sino por el exministro de Trabajo y actual constituyente del Parlamento chavista, Francisco Torrealba. Pa’ acabarla de amolar, lo hizo por medio de un tuit.
Aquí está la Gaceta Oficial donde se establece el #SalarioMínimo y el nuevo monto correspondiente al Cesta Ticket Socialista #PuebloAvanzaEnPaz #ClaseObreraResteadaConMaduro pic.twitter.com/E9kjVtrpgD
— Francisco Torrealba (@torrealbaf) October 14, 2019
Por cierto, la Gaceta Oficial que mostró era una atrasada y no correspondía con el anuncio. Pero él asegura que sí es verdad la medida económica.
Este incremento es el tercero que se da a conocer en lo que va del año. Por otra parte, van casi 24 meses que Venezuela vive con hiperinflación… sólo resta ver cómo modifica el alza la situación económica, la cual se mantenía en relativa estabilidad. Por ello, el gobierno de Maduro intentó retrasar el incremento salarial y aplicar otras medidas, como la flexibilización del control de precios, la despenalización del mercado cambiario y la restricción al máximo de la reserva legal de los bancos.
