Nada como despedir noviembre con un conflicto bélico internacional respirándonos en la nuca. Este viernes, las cosas se pusieron color de hormiga en Medio Oriente después del asesinato de Mohsen Fakhrizadeh, el principal científico nuclear de Irán y presunto padre del programa de bombas atómicas que según se desarrollaba en el país islámico. Casual.
El científico murió durante un atentado en las afueras de Teherán, la capital iraní.
De acuerdo con Al Jazeera, el científico venía en su automóvil cuando un coche bomba explotó a su costado. Segundos después, hombres armados salieron a rematarlo.
Oficialmente, se desconoce quiénes planearon el atentado contra el prominente investigador nuclear… pero se empieza a asomar un conflicto internacional pues las autoridades de Irán ya prometieron que empezarán una venganza por el ataque.
“Es la violación más obvia de la hegemonía global para impedir nuestro acceso a las ciencias modernas”, dijo el líder de la Guardia Revolucionaria.
Por su parte, el asesor militar del líder supremo de Irán también se aventó un comentario rudo sobre el asesinato del científico. “Atacaremos como un trueno a los asesinos de este mártir caído y haremos que se arrepientan de su acción”, escribió, en unas declaraciones retomadas por la BBC.
Analistas internacionales y fuentes del gobierno iraní piensan —según Al Jazeera— que Israel está atrás de este atentado.
¿Quién era este científico nuclear de Irán?
¿Qué tan grave es el atentado que se acaban de aventar en Irán? Pues nomás es cosa de echarle un ojo a la vida del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh.
Las agencias de las Naciones Unidas y otros investigadores independientes lo consideraban como el padre del programa clandestino para desarrollar bombas nucleares en Irán. El científico siempre negó las implicaciones… pero mira que estaba sospechoso.
Durante los años de investigaciones internacionales sobre el presunto programa de uranio armado, se confirmó que Fakhrizadeh estaba involucrado, pero nunca se presentó.
Además, Al Jazeera reporta que vivía entre las sombras y que solo los más altos funcionarios sabían cómo se veía.
“Recuerden el nombre”, decía Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, en una conferencia de prensa en la que hizo públicas sus investigaciones sobre las presuntas armas nucleares que este científico estaba desarrollando, de manera clandestina, en Irán.
*Con información de Al Jazeera y BBC